jueves, 22 de marzo de 2007

NUESTRO VAGABUNDO

"Hola perdone, ¿puedo hacerle una pregunta?" y así es como Antonio con una amplia sonrisa y cara de buena persona te aborda, decir que aborda a alguien es metafórico, porque Antonio apenas puede andar, siempre está sentado en algún bordillo, en algún banco, o en el suelo apoyado contra alguna pared que le da sombra cuando pica mucho el sol, o que lo resguarda del frío y del viento cuando el tiempo es más intempestivo. Si no lo conoces y te paras a a escuchar su pregunta estas perdido, Antonio empieza a hablar y ya no tienes escapatoria, da igual lo que te cuente porque puede estar hablando sin parar y sin que tú puedas zafarte de su monólogo.
Antonio es "nuestro vagabundo", es una persona buena y alegre que nunca está enfadado ni de mal humor, cuyos únicos vicios son el tabaco y el cartón de vino.
Los vecinos le pusieron un sofá en uno de los parques para que estuviera más cómodo, pero vino la guardia urbana y lo desalojó como a un ocupa. Ahora "habita" un banco en otra zona del barrio y como apenas puede caminar, cuando necesita moverse hay que ayudarle.
Al pobre Antonio, otro vagabundo le robaba sus escasas pertenencias amparándose en que no podía correr tras él, pero como Antonio es una persona querida en el barrio el grupo de chicos que suele ayudarle (que son unos buenos chicos en edad adolescente y algo golfetes), asaltaron el patio de naranjos que tiene cerrado el ayuntamiento y robaron todas las naranjas para tirárselas al vagabundo ladrón.
Pero el vagabundo ladrón volvió y los muchachos tuvieron que usar la amenaza para que desistiera en su empeño de robar a Antonio lo poquísimo que tiene, hasta la manta con la que se tapa le quería quitar.
Nuestro vagabundo dice que tiene familia pero que no le gusta ese tipo de vida y que prefiere la que lleva porque hace lo que quiere. En ocasiones no lo vemos durante unos días y se nota su falta, se ha hecho tan habitual que no verlo es extrañarlo, pero no dura mucho su ausencia, y vuelve afeitado y duchado.
Antonio no es ya el vagabundo del barrio es un vecino más pero sin una casa de cuatro paredes.

2 comentarios:

Dejame que te cuente dijo...

que triste merche...y al a vez k tierno...
se saltan las lagrimillas...

Anónimo dijo...

No te entristezcas Fire Antonio vive la vida que quiere vivir, la que él ha elegido y eso es una gran suerte. Cierto que tiene sus problemas y sus inconvenientes vivir de ese modo, pero, todas las vidas los tienen ¿no crees?